lunes, 3 de agosto de 2009

¿Cómo se mide la vida?


Proverbios 1:7 El temor del Señor es el principio del conocimiento; los necios desprecian la sabiduría y la disciplina.

Santiago 1:5 Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie.

La vida no se mide anotando puntos, como en un juego. La vida no se mide por el número de amigos que tienes, ni por cómo te aceptan los otros.
No se mide según los planes que tienes para el fin de semana o por si te quedas en casa sólo. No se mide según con quién sales, con quién solías salir, ni por el número de personas con quienes has salido, ni por si no has salido nunca con nadie.
No se mide por las personas que has besado. No se mide por la fama de tu familia, por el dinero que tienes, por la marca del coche que manejas, ni por el lugar donde estudias o trabajas.
No se mide ni por lo guapo ni por lo feo que eres, por la marca de ropa que llevas, ni por los zapatos,ni por el tipo que música que te gusta.
La vida simplemente no es nada de eso.
La vida se mide según a quién amas y según a quién dañas. Se mide según la felicidad o la tristeza que proporcionas a otros. Se mide por los compromisos que cumples y las confianzas que traicionas.
Se trata de la amistad, la cual puede usarse como algo sagrado o como un arma. Se trata de lo que se dice y lo que se hace y lo que se quiere decir o hacer, sea esto malo o bueno.
Se trata de los juicios que formulas, por qué los formulas y a quién o contra quién los comentas. Se trata de a quién no le haces caso o ignoras adrede. Se trata de los celos, del miedo, de la ignorancia y de la venganza.
Se trata del amor, el respeto o el odio que llevas dentro de ti, de cómo lo cultivas y de cómo lo riegas. Pero por la mayor parte, se trata de sí usas la vida para alimentar el corazón de otros.
Yo y solo yo escojo la manera en que voy a afectar a otros y esas decisiones son de lo que se trata la vida. como también a todos los que están a su alrededor.
Finalmente uno termina reconociendo que es necesaria la sabiduría para la vida, esa que nos enseña cómo debemos actuar y cómo, cuándo y en qué dirección debemos caminar. Cuando esa sabiduría es aplicada a nuestra vida se convierte en principios, valores, otro podría decir ética, pero igual es algo que nos mueve por amor y lealtad. ¿Cómo conseguir esta sabiduría?, el sabio Salomón decía “El temor del Señor es el principio del conocimiento; los necios desprecian la sabiduría y la disciplina” y siglos más tarde Santiago escribió “si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie”.
Pídele entonces ahora al Señor Jesucristo que entre en tu vida, y pídele entonces que te dé esa sabiduría que es tan necesaria para poder definir tu vida.
Dios te bendiga.

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